No todas las recetas pueden ser bajas en grasa, sal y azúcar; no serían lo mismo si lo fueran. Estas recetas siguen teniendo cabida en una dieta equilibrada (¡a todo el mundo le gusta darse un capricho de vez en cuando!), pero es importante que se equilibren también con algunos elementos saludables del menú.
A menudo se puede hacer una receta más saludable con unos pequeños cambios que se centran en estas sugerencias básicas:
A continuación detallamos cómo planificar, crear y modificar las recetas para que sean sanas, deliciosas, económicamente viables y realizables.