Cristina Dastoli guarda dos secretos:
Primero, tiene el don de ver a su ángel guardián, Alejandro; que se ha convertido en su único amigo y testigo de la cruel vida que su tía Tania le ha dado. Segundo, está enamorada de él y no sabe qué hacer al respecto.
Pero Alejandro también tiene secretos:
Su pasión por el mundo humano es casi tan grande como el amor que le tiene a su protegida. Y la única manera de conservar ambos es ocultar sus sentimientos por ella, ya que de ser descubiertos, los mismos Cielos podrían separarlos para siempre. Pues la unión entre un ángel y un mortal está prohibida.