Cuando de repente, el agua hizo más remolino con mucha fuerza y del centro del río salió una mujer tan hermosa, muy admirable, sus cabellos largos y brillantes, sacudió la cabeza y se dirigió directamente hacia donde estaba Kúkam, se le acercó sin salir del agua le preguntó al hombre que estaba parado en la orilla del río, ¿qué andas buscando?, Kúkam respondió, mis perros hicieron perder una yamala estoy buscando para matar, llevar a mi casa así poder preparar un gran banquete para compartir con mi familia.
La mujer sirena dijo sonriente, hace ratos nosotros ya matamos esa yamala y lo preparamos para comer con mis padres en mi casa.
Te agarrarás en mis pelos, respirarás profundo y retienes el aire en los pulmones, no vas aspirar en unos instantes ya estaremos en mi casa, Kúkam ya hipnotizado por la mujer sirena, miró a sus perros que estaban presentes les dijo regresen a la casa que ya volveré, les dejó parados a sus acompañantes en la orilla del río, los mismos tristemente tuvieron que regresar a su casa.
Kúkam cumplió las instrucciones de la mujer sirena, en unos instantes llegaron en el fondo del agua en una casa bien construida todo de piedra, bien hermosa con todos los espacios necesarios para vivir muy seguro.