Hay poder que puede surgir de nuestro corazón a través de nuestra fe en Dios.
Mantener la fe en Jesús y seguirlo en todo momento en este mundo turbulento requiere que salvaguardemos nuestros corazones porque Jesús está en nosotros a través de nuestros corazones.
La fe en Jesucristo puede transformarnos porque nos lleva a un conocimiento experiencial de Sus enseñanzas y este conocimiento experiencial nos lleva a una mayor fe en Él.
La fe cristiana es fe encarnada. No hay fe en lo abstracto.
La fe cristiana está entrelazada con la esperanza y el amor. La esperanza la sostiene y la caridad la encarna.
En este breve ensayo, el autor examina las declaraciones de Jesús y los ejemplos vivos de su fe, esperanza y caridad, y el cómo seguirlos puede mejorar nuestras vidas e incluso nuestro mundo.