Cuentos de las Pruebas de la Jungla
En la selva, hace mucho tiempo, los animales tenían pieles y cueros sin decorar. Sus cuerpos tenían colores lisos como marrón, gris, negro o blanco. No tenían patrones extravagantes como rayas de colores o manchas hermosas.
Pero entonces sucedió algo mágico. Apareció una criatura especial llamada Spektra. Spektra tenía el poder de darles a estos animales rayas de colores o hermosas manchas en sus cuerpos.
Pero aquí estaba la parte complicada: Spektra les hizo algunas pruebas primero. Al inicio de las pruebas estarían presentes diez animales, pero al final, sólo uno de ellos podría ganar y hacerse con las bellas decoraciones.
Uno de estos animales fue la cebra. Ganó en una de las series de pruebas y consiguió sus maravillosas rayas blancas y negras.
Veinte años después, Spektra realizó otra serie de pruebas y el leopardo ganó. Luego, Spektra lo pintó con las manchas que siempre había querido tener.
El tigre también ganó en otro grupo de pruebas que sucedieron cien años después.
Para los perdedores, hubo varios tipos de castigos.
Algunos serían expulsados del bosque. Si no fueran peligrosos se convertirían en esclavos del hombre. Los gatos y las cabras, por ejemplo, acabaron en esta situación.
Algunos recibirían castigos por realizar servicios comunitarios y luego conservarían sus colores lisos, y otros recibirían marcas feas.
En cada serie de pruebas, la última prueba fue la más peligrosa. Fue realmente importante entender esta última prueba. Sin entenderlo, un animal podría acabar haciendo algo mal. Entonces podría resultar herido o incluso morir. Por ejemplo, el dinosaurio no entendió la prueba y acabó muriendo miles de años antes. Por eso hoy no tenemos dinosaurios.
En otra serie de pruebas diferentes, el mamut, un animal muy grande que parecía un elefante, murió tras fallar la última prueba. A partir de entonces, los mamuts ya no están en este mundo.
Para la mayoría de los animales, ser bellos es lo que realmente deseaban. Aunque había posibilidades de castigos y otros peligros en las pruebas, estaban dispuestos a participar. Pero ni siquiera fue fácil encontrar la oportunidad de participar en las pruebas. En pocas palabras, se consideraba que un animal tenía suerte incluso de participar.
Por casualidad, se seleccionaron los siguientes diez animales para la siguiente serie de pruebas: Burton el búfalo, Jackeline el chacal, Tobías la tortuga, Harry la liebre, Baldin el tejón, Gerald la jirafa, Oseas el caballo, Walter el jabalí, Ryan el rinoceronte y Hanna la hiena.
